CONSEJOS PARA DEJAR DE PROCRASTINAR

Muchos compañeros me piden consejos para dejar de procrastinar. Los arquitectos no escapamos de este mal generalizado.

Todos tenemos tareas que no nos gustan o nos resultan incómodas, y no vemos el momento de ponernos con ellas.

Ya sólo pronunciar la palabreja invita a la procrastinación, por lo menos a mí. Me da pereza hasta escribirla. Una palabra con tantas consonantes y tan pocas vocales no puede ser sana.

He conocido a auténticos Procrastinator Rex en nuestra profesión, y curiosamente suelen pertenecer al grupo de arquitectos que acaban terminando los proyectos la última noche a las tantas.

Vamos a ver por qué nunca nos ponemos con esas tareas que nos cuestan, y te daré algunos consejos para dejar de procrastinar.

Consejos para dejar de procrastinar

Motivación

Los arquitectos solemos ser trabajadores y disciplinados, nos han forjado en los fuegos de la Escuela para ello. Sin embargo, procrastinamos más o menos como todo el mundo. ¿Por qué? Porque no se trata sólo de disciplina.

La voluntad para hacer las cosas puede llegar a ser frágil en ciertos momentos, por muy disciplinada que sea la persona, y a veces no es una voluntad real.

Voluntad. La palabra implica querer hacer las cosas, y queremos hacerlas porque hay unos motivos detrás. Aquí entra la distinción entre querer, deber, tener que… Para tener verdadera voluntad necesitamos querer hacer las cosas, y eso implica tener motivos para hacerlas.

Siempre me ha gustado esta frase del gran Alfonso Alcántara: “Motivación no es tener ánimos, es tener motivos”. Tiene toda la razón. Lo primero que necesitas para tener voluntad y no procrastinar es tener motivos para actuar.

Puede ser porque quieras entregar un proyecto y cobrarlo, conocer a alguien, acercarte a un objetivo o evitar que Hacienda te sancione por no presentar un modelo 303. El caso es que sin esos motivos te faltará el combustible para tu motivación y caerás fácilmente en la procrastinación.

Así que lo primero está ahí: a veces procrastinamos porque las tareas no nos dan un beneficio claro, no tenemos motivos de peso para hacerlas y nos falta ese combustible. Si defines tus actividades con objetivos claros y foco lo tendrás más fácil. Busca el “para qué”.

La #procrastinación tiene mucho que ver con la falta de motivación. Busca tu “para qué” #arquitectura #coaching #procrastinación Share on X

Una vez más, el autoconocimiento te ayudará mucho, porque a veces tus motivos no son obvios. A veces conectan con esa parte de ti que no ves claramente pero que tiene mucha fuerza, y esos motivos son tan válidos como otros. Rebusca.

Somos ratones coloraos

Nuestro cerebro reptiliano, esa parte primitiva menos evolucionada, sigue teniendo un gran poder de decisión en lo que hacemos en cada momento.

Existen multitud de experimentos con ratones, por ejemplo, que muestran la evidencia de que son capaces de casi cualquier cosa por obtener una recompensa inmediata aun a costa de sacrificar recompensas mayores a medio plazo.

Las personas funcionamos de manera parecida, también hay una buena cantidad de estudios clínicos. Inquieta pensar que podemos obtener consejos para dejar de procrastinar mirando a unos ratones, ¿verdad?  🙂

También nosotros, incluso cuando tenemos buenos motivos para hacer las cosas (es decir, cumplimos el requisito del punto anterior), a veces no las hacemos porque sustituimos una recompensa mayor a largo plazo por una menor pero más inmediata.

Cuando procrastinamos sustituimos una recompensa menor inmediata por una mayor a largo plazo #arquitectura #coaching #procrastinación Share on X

A veces no se trata de una recompensa a corto plazo, sino de la promesa de esa recompensa.

Aparece tu saboteador (llamémosle Iago) y te dice cosas como: “recompensa inmediata, otro capítulo de Breaking Bad, dopamina, placer”. En la agenda de Iago no entran las recompensas a medio o largo plazo.

Y ojo, que es muy hábil y manipulador y te conoce muy bien.

Por ejemplo, puede darte la recompensa inmediata de hacer otra tarea no tan necesaria para tu proyecto que te evita tener que enfrentar la tarea que cuesta pero es realmente necesaria. Ya de paso te hace sentir bien porque estás trabajando en ello (aunque mal enfocado).

Iago tiene más peligro que un arquitecto egótico en una tienda de foulards.

Prevenir la procrastinación

Antes de entrar de manera concreta en consejos para dejar de procrastinar, me gustaría comentarte algunas situaciones que favorecen la procrastinación y que deberías intentar evitar o al menos conocer.

Previene estas situaciones que favorecen claramente la #procrastinación #arquitectura #coaching Share on X

Ya hemos comentado una: es más fácil procrastinar si no tienes motivación, motivos claros, objetivos beneficiosos para ti para hacer las cosas. El ”para qué”.

También es bastante más probable que procrastines cuando tienes poca energía. La voluntad sufre mucho ante la falta de glucosa, porque el cerebro prioriza y asigna la energía al modo supervivencia, muy relacionado con las recompensas inmediatas.

Si estás con poca energía, tu cerebro intentará sobrevivir en el momento y le importarán muy poco tus objetivos a largo plazo.

Irónicamente, otra situación de riesgo claro para procrastinar se produce cuando anteriormente no lo has hecho. Así es, cuando te has “portado bien” y has ido venciendo a la procrastinación, es frecuente concederte una pequeña recompensa y ceder ante ella.

En tu mano está decidir si te concedes esa compensación, pero hazlo de manera consciente. Cuidado, ceder significa a veces hacerlo de manera repetida y perder completamente la batalla.

Evitarás esta última situación si dejas de ver el dejar de procrastinar como algo moral. Es decir, tus intentos para ello no debes pensarlos en términos de “portarte bien” o “hacer lo que debes”, sino más bien en términos de “conseguir lo más beneficioso para ti”. Lograr el “para qué”.

No es un asunto moral, es práctico.

Consejos para dejar de procrastinar

Allá van algunos consejos para dejar de procrastinar más concretos:

  • Anota cuándo surge el saboteador que te hace procrastinar. Apunta cómo te sientes, tu nivel de energía y las circunstancias.
  • Esto debe ayudarte a identificar el momento exacto en el que la balanza se inclina desde “voy a hacerlo porque tengo motivación” a “mejor hago otra cosa antes o espero un poco”.
  • En ese momento crítico es donde debes focalizar tus mejores técnicas. Saber identificarlo es un gran paso.
  • Justo en ese instante respira. Esto activará otras zonas de tu cerebro y te permitirá pensar con más claridad en la clave de todo esto: tu motivación.
  • Céntrate en el beneficio a largo plazo que vas a obtener haciendo lo que pensabas hacer, y en cómo te sentirás después.
  • Un hack: cuando Iago te está venciendo, puedes convencerle de que vas a ponerte con la tarea pero sólo 10 minutos, y que después seguirás viendo Breaking Bad. De ese modo, la recompensa inmediata (ver la serie) ya no es tan inmediata ni tan atractiva.
  • Además, si te pones 10 minutos con la tarea luego es mucho más fácil completarla o dedicarle todo el tiempo necesario. Muchas veces acabarás haciéndola.
  • Practica la meditación. Ganar foco y capacidad de concentración fortalece la voluntad.
  • Reserva las cosas más procrastinables para los momentos del día en los que tienes más energía.
  • Asocia esas tareas a algo que te inunde de dopamina. Como hice yo con mi revisión semanal de GTD tomando una taza de cierto tipo de té.
  • Declara tus desafíos de forma pública. La presión social te ayudará a no procrastinarlos.

Puedes ver también algunos consejos para superar la pereza.

Vigila cómo te tratas

Y un último consejo para dejar de procrastinar: vigila cómo te hablas y te tratas cuando lo haces.

Curiosamente, parece comprobado que si te tratas con compasión después de haber procrastinado es más sencillo no caer en ello la próxima vez.

Si observas lo que ha pasado, por qué, cómo, y lo entiendes y te das un margen, seguramente la próxima vez te irá mejor que si te juzgas con dureza y te impones autocastigos.

Si te tratas con compasión después de haber procrastinado, será más sencillo que lo vuelvas a hacer #arquitectura #coaching #procrastinación Share on X

Esto también forma parte de la filosofía de la meditación, no se trata sólo de respirar y aplicar ciertas técnicas.

Pero eso es otro tema.

De momento, intenta darle duro a Iago y ya me cuentas cómo te va.

Tienes mucha más información, posts, recursos y herramientas para mejorar tu desempeño en la categoría DESARROLLO PERSONAL DEL ARQUITECTO.

¿Y tú? ¿Eres un Procrastinator Rex? ¿Crees que puedes aplicar estos consejos para dejar de procrastinar? ¿Qué tipo de tareas o de situaciones te suelen impulsar a ello?

Gracias por leerme. Que tengas un buen día.

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5 comentarios en «CONSEJOS PARA DEJAR DE PROCRASTINAR»

  1. Hola Joan
    Buen artículo, me ha ayudado mucho. Creo que la falta de motivación y la procastrinación van de la mano y están íntimamente relacionadas. A mí me pasa…
    Un abrazo

    Responder
    • ¡Hola, Silvia!

      Muchas gracias. Me alegro de que te haya ayudado. 🙂

      Efectivamente, muchas veces nos esforzamos por tener una gran disciplina, pero la realidad es que no tenemos motivos suficientes para hacer las cosas. Si eso falla, es muy difícil.

      ¡Un saludo!

      Responder

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