Ser un arquitecto parado de larga duración no es fácil.
Llevar muchos meses o incluso años sin trabajar puede llegar a suponer una losa mental pesadísima. También cuando has terminado la carrera con gran esfuerzo hace años y no has conseguido ejercer como arquitecto nunca. Eso duele.
¿Qué ocurre en la mente de un arquitecto parado cuando la situación se alarga y el tren no pasa?
Las respuestas son únicas para cada persona, pero hay pensamientos negativos frecuentes que podemos intentar controlar.
La ciénaga de ser un arquitecto parado de larga duración
Te quedas en paro (o acabas la carrera), va pasando el tiempo y ves que no consigues trabajar. Empiezas a meter los pies en el barro, cada vez te cuesta más moverte y vas hundiéndote poco a poco.
No se trata sólo de no trabajar o de no tener dinero (que no es poco), hay mucho más. Además de cubrir las necesidades básicas para tener sustento, dinero, comida, etc., hay una parte mental que supone mucho sufrimiento.
Cuando estás en paro, aparecen losas mentales que suponen mucho sufrimiento #coaching #arquitectura Share on XHay estadísticas de sobra que muestran que la probabilidad de sufrir problemas psicológicos aumenta significativamente en personas desempleadas, sobre todo si llevan mucho tiempo en esa situación.
Se produce un gran golpe a la autoestima. No es raro encontrar a un arquitecto parado de larga duración pensando aquello de “no sirvo para nada”.
También suelen aparecer los pensamientos de que todo el mundo está contra ti, de que es imposible trabajar, de que no vale la pena moverte.
Hay una gran inseguridad sobre si conseguirás ejercer algún día.
Además, como no tienes independencia económica, tu libertad se ve claramente restringida.
Y una de las peores losas: culpabilizarte a ti mismo. Si hubiera hecho esto o lo otro, no lo vi venir, debería haber actuado de otro modo, siempre me pasa lo mismo…
El barro puede llegar a la cintura o incluso al cuello y empezar a ahogarte.
Un arquitecto parado de larga duración, sí, pero ¿quién eres?
En estos casos, sobre todo si estabas ejerciendo y has perdido tu trabajo, también has perdido parte de tu identidad.
Quedarte en paro supone un golpe a tu autoestima y tu identidad #coaching #arquitectura Share on XDentro de lo que eras, de lo que hacías durante muchas horas al día, y de lo que ocupaba tu mente durante mucho tiempo estaba tu actividad. Tu propia conciencia de ti mismo estaba teñida totalmente por el hecho de ejercer como arquitecto. O de estar estudiando para serlo.
Además estabas activo, contribuyendo, produciendo, enfrentándote a retos, desafíos, ayudando a gente… Puede que incluso haciendo lo que más te gusta hacer.
De repente ya no eres esa persona, y no porque tú hayas cambiado consciente o inconscientemente, sino porque las circunstancias externas no te lo permiten.
En el caso de los arquitectos, como en otras profesiones vocacionales, puede ser incluso peor. En la Escuela se nos educa para hacer grandes cosas.
Se nos dice que podremos cambiar la sociedad con nuestros edificios, mejorar la vida de las personas, determinar el funcionamiento de las ciudades… Son grandes propósitos. Esto es cierto en parte, los arquitectos podemos acceder a todo eso. No todos, claro está.
El caso es que estando parado puedes llegar a sentir que todo ese talento está desperdiciado y que la sociedad se lo está perdiendo. La distancia entre tus expectativas y la realidad puede ser enorme.
Tu identidad tiene un vacío por haber perdido tu actividad y por tus expectativas, y te toca rebuscar en otras áreas de ti mismo para encontrar quién eres y recomponer tu propio yo.
El entorno de un arquitecto parado
El entorno de un arquitecto parado es muy importante. Dependiendo de él, la situación puede ser más o menos llevadera.
Cuando estás en paro cuida tu entorno social. Es importante #coaching #arquitectura Share on XA veces tienes la sensación de que te conviertes en un cero a la izquierda. Dado el problema que tiene este país con el empleo, encuentras en muchas personas solidaridad con los parados, pero para muchas otras no existes. Es duro decirlo, pero sucede.
Además, pierdes la relación con mucha gente de tu entorno laboral a la que, simplemente, ya no ves. Tus horarios ya no coinciden, ya no almuerzas con nadie, llevas una vida diferente. Todo se complica.
Existe un riesgo claro de desconexión, y eso no te conviene. Hoy en día, la mayoría de puestos de trabajo se consigue a través de tu red de contactos.
Las experiencias negativas de rechazo son piedras que se van añadiendo a tu mochila y que contribuyen a hundirte en la ciénaga.
Desgraciadamente, al candidato a un puesto de trabajo se le cuida poco por parte de los reclutadores (esto no siempre es así, claro está). Se ha creado una difícil relación entre empleadores y candidatos (en ambos sentidos) en los procesos de selección.
Y luego está la ansiedad que proviene de la urgencia porque el tiempo se te escapa. El reloj va en tu contra porque claro, vivimos en una sociedad que penaliza “lo viejo”. No se habla de personas sabias, o con experiencia, sino de personas viejas para un puesto.
Incluso, a veces “lo viejo” no es realmente viejo. He tenido clientes muy preocupados por su edad porque les decían que les penalizaba para acceder a un puesto de trabajo. Tenían treinta y tantos. ¿Estamos locos?
Cómo aprieta los dientes un arquitecto parado de larga duración
Bueno, si has llegado hasta aquí pese al tono fúnebre del post, te toca apretar los dientes si estás en esta situación. Porque es así, es lo mejor que puedes hacer. Lo único no viable es rendirte.
Caer en la melancolía, la depresión, a veces el victimismo, etc., sólo te va a hundir todavía más en la ciénaga. Debes evitarlo.
Sé que es muy fácil decirlo desde un teclado y sin estar en tu piel, pero es lo mejor que te puedo aconsejar.
Te va a ayudar saber que sigues siendo una persona igualmente valiosa aunque ahora no puedas trasladar ese valor a otros. Aunque no puedas demostrarlo.
Eres una persona valiosa aunque no trabajes, aunque no puedas demostrarlo #coaching #arquitectura Share on XNi se te ocurra pensar que no sirves para nada. No es cierto. Has trabajado y has hecho cosas útiles para la sociedad. Y si nunca has llegado a hacerlo, tienes una formación que no todo el mundo tiene y conocimientos y habilidades que te hacen singular.
Harás bien en centrarte en las personas de tu entorno que te entienden y ayudan, y también en entender a las que te desprecian. Entender que lo hacen por ignorancia y por falta de empatía. Que no influyan en tu ánimo.
Procura por todos los medios no desconectarte de las personas y del sector.
Y ojo con la culpa. En muchos casos no habrás hecho o dejado de hacer nada que te haya llevado a esa situación. Son las circunstancias externas, acontecimientos que no tienen mucho que ver contigo, las que se te han llevado por delante.
Por cierto, elimina las urgencias, porque no sirven para nada. Adáptate al momento y ofrece lo mejor de ti independientemente de tu edad.
Diseñar un camino y trabajarlo
Con la disposición mental adecuada, te queda diseñar un camino, un proceso, ajustarte a él y trabajarlo 8 horas al día. Si lo haces así, al final lograrás tu objetivo de dejar de ser un arquitecto parado.
Tal vez te toque apostar e invertir, si puedes hacerlo. Por ejemplo, en formación o en la ayuda de algún profesional que te pueda echar una mano y acelerar el proceso.
Quizá también quieras valorar la opción de crearte tú tu propio trabajo. Ser autónomo es una opción, y montar un negocio también. En cualquier caso, hay que analizarlo muy bien para tomar la decisión.
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Y por lo demás, simplemente me queda darte ánimos y mi apoyo. Lo lograrás, no decaigas.
Ahora te pido que nos cuentes tu experiencia. ¿Eres un arquitecto parado de larga duración? ¿Acabaste la carrera y no has logrado ejercer nunca como arquitecto? ¿Perdiste tu trabajo y tu vida se quedó de repente del revés?
Gracias por leerme. Que tengas un buen día.
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A nosotros nos tocó una etapa de inactividad consecuencia del sismo en México, y es realmente desesperante, las cuentas se vienen encima, la incertidumbre te abraza, pero en el núcleo de esa crisis, la fuerza intrínseca propia del arquitecto nos hizo rediseñar el modelo de negocio para dirigirnos al público que si nos requería, salir de nuestra zona de confort, voltear a verla y darnos cuenta hasta de los sobrecostos que tienen permanecer en ella.
Finalmente nuestro gran acierto, tal como lo mencionas en tu post, es nunca rendirnos.
Saludos!! Y gracias por siempre dejar algo positivo!
¡Hola, Hugo!
Gracias a ti por leerme y por tus palabras.
Pues sí, hiciste muy bien en no rendirte. Se necesita una disposición mental buena cuando estás en una situación así, es uno de los requisitos necesarios para salir de ella. A veces cuesta, pero está en nuestra mano mantener la actitud y la energía. Con eso y por supuesto haciendo las cosas bien, los resultados llegarán.
¡Un saludo!
estoy leyendo este post y me reflejo tanto que me da riza irónicamente les puedo compartir que llevo casi 2 años parado y es atormentador las deudas llegan a diario , literal vives un suplicio , pero dentro de todo ese entorno hay algo muy bueno, (no pierdo la esperanza ) actualmente tengo 41 años y si es difícil postularte a un trabajo como dice el post solo ven la edad , llevo 15 años siendo autónomo y hasta esta etapa de mi vida me toco ser parado al grado que ya busco trabajo en los periódicos , hay días que te bloqueas tanto que no sabes para donde ir ya que mi situación hasta para la gasolina es difícil conseguir ,dios mio hasta donde he llegado lo peor la mente si le das un mino de crédito olvidate llegaran los peores fantasmas me ha sucedido , y pues espero ansioso el tener la buena actitud siempre para complacer a mi cliente., esta situación que se vive en toda la república es muy difícil
Hola, Mario Alberto.
Antes de nada, me solidarizo contigo y con la situación que estáis viviendo.
Así es, no es nada fácil vivir así. La mente en estos casos puede suponer una carga, ya que nos envía señales de supervivencia constantemente que nos crean mucha ansiedad.
Te animo a que no decaigas y a que trabajes activamente todos los días por conseguir empleo. Seguro que lo logras.
Gracias por escribir.
¡Un saludo y ánimo!
Hola,
Soy de Bogotá, en mi país somos ya más de 74.300 Arquitectos activos (dato del 2019 por la Sociedad Colombiana de Arquitectos), sin contar con los 1000 aproximados que se graduarán durante este año en todas las facultades de mi país, ni los otros mil del próximo año, ni contar con los Ingenieros Civiles, Topógrafos y también Tecnólogos en Construcción que también ya están y saldrán al mercado de la Industria de la Construcción. Y la verdad no creo que la demanda de Arquitectos para los próximos 3 años en Colombia llegue a los 25.000.
Lo terrible de todo esto no son estas cifras, sino las otras…. El valor del m2 de construcción en mi país está por las nubes, y por sobre todo, no hay vivienda que se pueda pagar ni costear para tanta gente.
Evidentemente hay un problema de desproporción y descompensación, no solo entre oferta laboral y demanda en la industria, sino entre oferta y las posibilidades de hacer algo de emprendimiento en medio de la economía colombiana; si por lo menos solo lo miramos desde el punto de vista de los sistemas constructivos y la economía que estos demandan. Es como si lo que sale de las universidades es inversamente proporcional a las realidades del mercado, (por no decir que el mercado aunque existe, es prácticamente inexistente ó mejor, inalcanzable para muchos). A pesar de que tenemos más de 1100 municipios en el país (caballito de guerra de las universidades para seguir ofreciendo éstos pregrados).
Los gobiernos deberían intervenir y tomar cartas en el asunto. Mientras no sea así, gobiernos y universidades continuarán haciéndose los de la vista gorda, dejando que el sector desempleado se siga engordando, y que el sistema educativo siga siendo lo mismo… un negocio.
En cuanto a lo que nos concierne a los mismos Arquitectos, o a lo que podemos hacer desde nuestra creatividad, pienso que deberíamos dejar de construir a base de concreto, ladrillo y cemento. Estos sistemas solo dejan riqueza en unos pocos, sin desconocer que generan también trabajo en otros. Por qué no proponer otros sistemas, otras formas de construir, por qué no proponer descentralizar los monopolios tanto de mercados de materiales como de manos de obra.
No quiero tocar el tema de la corrupción en el presupuesto público para las obras civiles; licitaciones, concursos, manejo de cantidades y adicionales de obras públicas; que cierto que en estos países, sí que sabemos de qué se trata esto, de cómo es que opera éste cáncer en nuestra sociedad; aunque suene trillado y mas de lo mismo, no se imaginan la desigualdad en posibilidades y oportunidades para los profesionales que genera esta desafortunada cultura del trabajo.