El cine es (más bien era) una fuente de reflexiones sobre la naturaleza humana, y la relación entre cine y arquitectura siempre ha sido fuerte.
Planteando este artículo para la iniciativa #ThisisARQsLife, me venían a la cabeza algunas frases míticas del cine clásico (y no tan clásico), y me di cuenta de que en ellas hay mucha sabiduría aplicable a la situación actual de la profesión.
Y de eso te voy a hablar, de cómo está la arquitectura hoy (finales de 2016).
Sé que toda generalización es injusta. Es más, esto no va dirigido a nadie en concreto. Son simplemente algunas reflexiones sobre las que creo que los arquitectos deberíamos poner un acento.
Al final, como reto personal he conseguido que ninguna de las cinco frases provenga de un western y que no todas las películas tengan más de 30 años. Cine y arquitectura más o menos actuales. 🙂
Gracias a los magníficos guionistas creadores de las citas que voy a utilizar, y perdonadme si incluyo algún spoiler.
Cine y arquitectura. Arquitectura en 5 frases de películas #arquitectura #cine Share on X
1 – Sunset Boulevard
También conocida en España como “El crepúsculo de los dioses”, es una magnífica película de cine negro de 1950, dirigida por Billy Wilder.
Gloria Swanson interpreta a Norma Desmond, estrella del cine mudo venida a menos al no ser capaz de adaptarse a los nuevos tiempos. No ha aceptado su decadencia, así que sueña con que el gusto del público cambie por sí solo y con volver al estrellato. Su frase mítica:
“Yo soy grande. Son las películas las que se volvieron pequeñas.”
Los arquitectos, cada uno a su nivel, fuimos hace unos años pequeños reyes del show.
Independientemente de si ese estrellato tenía una base sólida, de la famosa burbuja y de si éramos tan grandes o no (seguramente no), creo que es importante aceptar que las películas son distintas ahora.
Son distintas porque el mundo ha cambiado. Y eso no significa que seamos mejores o peores, sino simplemente que más nos vale hacer las cosas de manera diferente, o directamente cosas diferentes. Cine y arquitectura han cambiado, la profesión de la arquitectura debe cambiar.
Si pensamos que por arte de magia todo volverá a la “normalidad”, a ser como antes, nos perderemos buenas oportunidades para mirar hacia el futuro.
La vuelta al pasado no va a suceder. Decía Marlene Dietrich en Encubridora: “Me gustaría que te fueses ahora y volvieras hace diez años”.
Eso no es posible.
2 – 300
La siguiente frase tiene trampa, porque no es de ningún guionista. La escribe Herodoto cuando narra la Batalla de las Termópilas.
Como sale en “300”, esa bronceada película basada en el cómic de Frank Miller, tengo coartada para ponerla aquí.
Supuestamente la frase la pronunció Dienekes, el más fiero de los espartanos (un tipo que debía desayunar Boinas Verdes). Cuando le hablaron de la enorme cantidad de arqueros que tenían sus enemigos, los persas, la cosa fue más o menos así:
“ESPARTANO: Los Persas tienen tantos arqueros que sus flechas cubren completamente el sol.
DIENEKES: Pues entonces mejor, lucharemos a la sombra.”
Esta frase es un ejemplo de actitud. Con un punto de locura.
No quiero maltratarte con el mensaje de “las oportunidades subyacen en cualquier crisis” que leemos a diario en las redes sociales, porque me revienta.
Cuantas menos crisis, mejor. Ojalá no se hubiesen producido nunca en la arquitectura ni todo el sufrimiento que han traído.
Sin embargo, un punto que sí considero primordial es salir del victimismo y enfrentar la realidad con energía. Es posible buscar algo positivo que nos ayude en esta situación, aunque sé que es realmente difícil cuando la prioridad es sobrevivir, claro.
Sólo pido que reservemos algunas fuerzas y un poco de nuestra capacidad de creación para encontrar caminos nuevos, mirar el reverso y el perfil de lo que se nos ha venido encima y buscar el poder que tenemos para salir adelante.
Y por cierto, eso de que el ideograma chino para “crisis” se construye con los correspondientes a “peligro” y “oportunidad” es falso. Yo de mandarín sé muy poco, pero los que sí saben dicen que vendría a ser más bien “peligro” y “momento”. Momento de peligro.
3 – Pulp Fiction
Seguro que conoces esta película de 1994 de Quentin Tarantino, un director que no me acaba de gustar, aunque a veces encuentro elementos interesantes en lo que hace y puntos de contacto entre cine y arquitectura en sus películas.
Por ejemplo, el personaje interpretado por Harvey Keitel, el Señor Lobo. De entre su jugoso repertorio, me encanta esta frase cuando lo llaman para que solucione una emergencia:
“Estoy a 30 minutos de allí. Llegaré en 10.”
El Señor Lobo es un solucionador. Un experto orientado a resultados, cuyo mensaje está clarísimo para su cliente. Necesitas algo, yo sé hacerlo, lo haré, resolveré tu problema. No pierde la calma ni aparta el foco del objetivo, que es satisfacer a su cliente.
Creo firmemente que ésta es una de las claves importantes para reflotar la profesión de la arquitectura y volver a tener nuestro papel útil entre las personas.
Ser reconocidos como solucionadores de problemas, aportadores de valor y expertos necesarios en los que se puede confiar es posible, pero hace falta orientación a resultados y, sobre todo, dedicación total a satisfacer al cliente.
Durante años nos hemos olvidado demasiado de él. Vamos a recuperarlo. Y para eso, hay que intentar escucharle con atención.
Debe ser una escucha activa, preguntándonos no sólo qué quiere el cliente, sino también por qué y de qué modo se lo ponemos fácil para que perciba el valor de nuestra solución.
Nuestra relación con él debe ser más fluida, de igual a igual, muy natural, y esto tiene mucho que ver con el punto siguiente.
4 – Manhattan
Película de 1979 dirigida por Woody Allen que también interpreta a Isaac Davis, su típico personaje neoyorquino.
Éste conoce a Mary Wilkie (interpretada por Diane Keaton), una mujer muy inteligente, culta y sofisticada, una intelectual algo snob que vive envuelta en cultura y rodeada de artistas pero que se siente muy sola. Isaac le sugiere a Mary:
“Conoces a muchos genios. Deberías conocer gente tonta de vez en cuando. Podrías aprender algo.”
Sin identificar a nadie como tonto o como genio, por supuesto, creo que esta frase es aplicable a nuestra situación en cuanto a la necesidad de huir de la endogamia. Mary sólo se relaciona con personas semejantes a ella.
Los arquitectos nos hemos relacionado mucho entre nosotros. Hemos hecho revistas para arquitectos, libros para arquitectos, tenemos la web diseñada para arquitectos, y muchas veces hemos diseñado arquitectura para arquitectos.
Y eso no es malo, pero debemos dejar algo de espacio para otro tipo de círculos más diversos de los que efectivamente podremos aprender algo.
Además, el producto de nuestro trabajo debería poder ser entendido y apreciado por todo tipo de personas fuera de la arquitectura, y por descontado por nuestros clientes.
Nuevamente, lo conseguiremos si escuchamos de manera activa. Todas esas personas son nuestros clientes potenciales. La sociedad es nuestro cliente potencial.
Esto funciona en un doble sentido: hacernos comprensibles para la gente y preocuparnos por lo que la gente necesita. Los canales adecuados para que esto se produzca exigen que hablemos en el idioma de las personas, no en balleno.
Hagámonos visibles para la sociedad aprendiendo de ella y aplicando nuestras capacidades para solucionar sus problemas. ¡Ah!, y apuntándonos el tanto y gritándolo a los cuatro vientos si hace falta, comunicando como guionistas de cine.
5 – El halcón maltés
Esta película de 1941 es la primera de John Huston y la que, según muchos, da inicio al cine negro. Lo cierto es que es una gran película, en parte gracias a sus diálogos (no es raro, está basada en una novela de Dashiell Hammett).
Humphrey Bogart interpreta al detective Sam Spade, que acaba persiguiendo el halcón maltés, una estatuilla de gran valor que todo el mundo quiere conseguir. Al final de la película, un policía le pregunta a Bogart de qué está hecha la estatuilla, y éste responde con una cita de Shakespeare:
“Del material con el que están hechos los sueños.”
Pues sin ánimo de ponerme cursi, de eso está hecho lo que vende un arquitecto. Otra similitud entre cine y arquitectura.
No nos pagan por hacer dibujos o cálculos o por cumplir un trámite legal.
Teniendo siempre en mente la satisfacción de las necesidades del cliente, debemos ser capaces de transmitirle el verdadero impacto de la arquitectura en su vida.
Vendemos una vida feliz con la familia en un hogar, un entorno público en el que las personas se relacionen y lleven a cabo actividades, un espacio educativo saludable que permita producir ese milagro que es enseñar preservando la felicidad del niño…
Creo que éste es un buen leitmotiv a la hora de comunicarnos con las personas sobre la base de resolver sus problemas; tal vez, un posible mensaje a transmitir de manera incansable hasta que la arquitectura cale.
Y con eso hacen cinco.
Cine y arquitectura. Una de propina
Como ves, la relación entre cine y arquitectura da para mucho.
Sé que el tono del artículo es doliente y esperanzado a la vez, pero es una esperanza basada en nuestras propias capacidades. No vamos a poder cambiar esto sin modificar nuestra manera de encarar la profesión de la arquitectura.
El camino empieza en nosotros mismos, y quizá acaba ahí. Lo que consigamos después, será una consecuencia de nuestra capacidad de adaptación o reinvención.
O como se dice en Velvet Goldmine (Todd Haynes, 1998):
“Queríamos cambiar el mundo, pero sólo cambiamos nosotros.”
Que no es poco.
Ahora me gustaría que me comentaras cómo ves tu la profesión. ¿Con qué palabras la definirías? ¿Qué películas te vienen a la mente? ¿De qué color ves el futuro de la arquitectura? ¿Cómo ves la relación entre cine y arquitectura?
Gracias por leerme. Que tengas un buen día.
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Este post se enmarca en un trabajo colaborativo de publicación en la iniciativa denominada #ThisisARQsLife.
Uno de sus objetivos es presentar diferentes puntos de vista de arquitectos hablando sobre un mismo tema.
Nos hemos puesto de acuerdo en el tema del artículo, pero no en la manera de enfocarlo ni en el contenido. Otros no han hablado de cine y arquitectura.
Te invito a que leas también cómo otros arquitectos respondieron al tema “Arquitectura en 5 palabras” siguiendo los enlaces siguientes:
Elena de Frutos en Diario de una arquitecta: Arquitectura en 5 palabras: en busca de la esencia perdida
Igma Pacheco-Rivas en Abouthaus: Arquitectura en 5 palabras y un par de frases
Laia Aguilar en DECO PILLS: La arquitectura en 5 palabras
Paula Rivera en Arquiknowmadas: Arquitectura. El Arte que se puede resumir en 5 Palabras
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Hola Joan.
¡Qué interesante tu post! Interesante e inspirador. Me quedo con el optimismo y la idea debemos aspirar a ser solucionadores de problemas, aportadores de valor y expertos necesarios en los que se puede confiar. Creo que para eso todos, como colectivo debemos ser conscientes de que nos queda una tarea en la que brillar, y es aprender a comunicar de forma efectiva tanto las virtudes de la profesión y el valor de nuestro trabajo.
Un abrazo.
Paula
¡Hola, Paula!
Ay, la comunicación, eso que tanto nos cuesta a los arquitectos. Pero bueno, creo que estamos en el camino para tomar conciencia de su importancia para nosotros y la profesión en general.
Muchas gracias por pasarte y por comentar.
¡Un abrazo!
Hola Joan,
¿Cómo?¡Me acabas de desmontar el mito de que la palabra crisis no significa oportunidad! Esto no lo voy a superar en días jejeje. Mañana mismo le pregunto a uno de los chinos con los que trabajo para quitarme esta incertidumbre de encima y confirmar definitivamente lo que tu dices.
Me ha encantado tu artículo, y tu forma de abordarlo gracias al buen cine, aunque no te perdono que Tarantino no sea de tu agrado, para mí es uno de los grandes.
Hablas del ego y la nueva actitud necesaria, de resolver problemas saliendo de nuestra burbuja y de entender que aportamos un valor más genuino más allá de lo construido, y eso simplemente es clave para reformular nuestra profesión.
Un gran artículo.
Un abrazo
Elena
¡Jajajaja! Siento lo de la palabra “crisis”. Es más romántico del otro modo, pero es lo que hay. 🙂
Muchas gracias por tus palabras.
¡Un abrazo!
Wow, qué interesante. Me ha gustado muchísimo. Comparto todas y cada una de las frases, pero me gusta especialmente la del alquitecto solucionador. Está claro que para solucionar debemos formar parte activa de la sociedad desde el punto de vista más humano, no desde el “yo arquitecto”, y así poder producir ese “material de los sueños”.
Un abrazo,
Laia
¡Hola, Laia!
Me alegra que te haya gustado. Así es, seamos los Srs. Lobo de la arquitectura. 🙂
¡Un abrazo!
¡Muy buen artículo! Me ha gustado muchísimo. Saludos.
Carla
¡Hola, Carla!
Muchas gracias.
¡Saludos!
Estamos en la Prehistoria de la Historia y podemos escribir la Historia.
Hola, Luciano.
Así es. Pongámonos a ellos.
Muchas gracias por escribir. Un saludo.