Hablar de liderazgo para arquitectos hoy es necesario, por la escasa atención que se le suele prestar a llevar un liderazgo eficaz y porque en la actividad de la arquitectura existen particularidades que hay que comentar.
Estamos acostumbrados a eso de que los arquitectos “somos directores de orquesta”, a llevar un liderazgo (o intentarlo) en las actuaciones propias de nuestra profesión, en la gestión de proyectos y obra, en diseño y construcción, coordinando personas y manteniendo una visión global.
Nuestros cliente, ingenieros, contratistas… Todos forman parte del equipo, y aunque no tengas oficialmente el papel de Project Manager acabarás ejerciéndolo.
Es cierto que nuestra formación nos posibilita ejercer esta función, incluso más allá de ámbitos propios de la arquitectura. Pero además de lo que aprendemos en la Universidad, para ejercer un buen liderazgo son necesarias algunas habilidades y herramientas que a veces no tenemos.
Vamos a hablar de algunos estilos de liderazgo, de cuáles son lo más efectivos, y finalmente veremos 10 de las características más necesarias del liderazgo para arquitectos.
Estilos de liderazgo para arquitectos
Miremos a la historia del mundo. En época de la Roma Antigua, cuando se hablaba de liderazgo se hacía distinción entre dos conceptos: potestas y auctoritas.
Potestas hacía referencia al poder formal, orgánico, al cargo dentro de una organización de cualquier tipo. Auctoritas era la característica de aquéllos que se habían ganado el respeto de los demás por sus cualidades de todo tipo, por lo que las personas los seguían de manera natural.
Analizando las combinaciones de estos conceptos tan antiguos y llenos de significado, podemos obtener una sencilla clasificación con cuatro estilos de capacidades de liderazgo:
- Sin potestas ni auctoritas: el caos. Prácticamente no existe el líder, cada uno sigue su camino. No hay objetivos comunes.
- Con potestas y sin auctoritas: llamémosle el rol de jefe-jefe. Manda porque tiene el cargo, el poder, y para ejercerlo utiliza el castigo y el premio. Los miembros de su equipo están, en cierto modo, sometidos.
- Con auctoritas y sin potestas: el líder informal. Tal vez su poder no esté orgánicamente del todo definido, pero las personas le siguen. Incluso, puede que no sea la persona de mayor rango en el organigrama.
- Con auctoritas y potestas: el verdadero líder, por posición en el organigrama y por convencimiento de los que le rodean.
Si a esta última figura le añadimos algunas cualidades adicionales, nos acercamos al líder-coach.
Vamos a ver cómo aplica esto al liderazgo para arquitectos.
Jefe-jefe: En el mundo de la creatividad, el miedo es un asesino en serie
El estudio de arquitectura o el equipo de trabajo del arquitecto son entornos creativos. Toda organización debería serlo, pero en nuestro sector todavía más. Arquitectura y arte. Esto nos lleva a que el liderazgo para arquitectos sea especialmente determinante. Veamos por qué.
El talento que hay en el estudio debe cristalizar en ideas con valor y propuestas novedosas. Siempre es así, pero en arquitectura esto adquiere incluso mayor importancia, puesto que el trabajo que se desarrolla tiene un gran componente imaginativo.
La primera consecuencia de un estilo de liderazgo como jefe-jefe es el miedo en sus colaboradores, ya sea el miedo a cometer errores (con su consecuente castigo) o a sobresalir por encima del jefe.
La creatividad necesita el combustible del atrevimiento y la confianza.
Si no estamos preparados para equivocarnos es más difícil que tengamos ideas originales y valiosas. Necesitamos perder el miedo a cometer errores, y precisamente cometer errores es algo que se penaliza constantemente en las organizaciones y la sociedad en general, especialmente si nos vestimos con ese rol de jefe-jefe.
En el mundo de la creatividad, el miedo es un asesino en serie Share on XTambién podemos hablar del conocido Síndrome de Procusto, todavía más castrante para los equipos.
El mito Procusto nos habla de un posadero del Ática que ofrecía alojamiento a los caminantes. Si la cama que les proporcionaba era demasiado corta para ellos, les aserraba alegremente las piernas o la cabeza para hacerlos encajar. Si la cama era demasiado larga, los descoyuntaba a martillazos para adecuarlos a la longitud. Eso sí que es Photoshop. 🙂
Este síndrome se manifiesta cuando el jefe detecta un colaborador que destaca y procede inmediatamente a menoscabarlo por miedo a verse desplazado, llegando incluso a eliminarlo. Abunda bastante.
El líder con autoridad
El líder con autoridad o verdadero líder, por el contrario, no corta las alas a nadie. Es más, fomenta que sus colaboradores vuelen alto. Decía el simpático de Arthur Schopenhauer, “La mayoría de la gente toma los límites de su percepción como si fueran los límites del mundo. Unos pocos no lo hacen. Únete a éstos”.
Este líder no limita a los demás con sus percepciones limitadas.
Se trata de implicar a los colaboradores, arquitectos o no, para que puedan ser creativos y capaces de aportar ideas.
Nadie se equivocará, porque esas ideas se filtrarán, y algunas se utilizarán y otras no. Pero incluso las ideas desechadas habrán ayudado igualmente a llegar a la solución final, ya sea por descarte o por sugerir caminos nuevos de exploración.
Dando espacio a los miembros del equipo éstos estarán más sueltos, respirarán, serán más creativos. Tendrán más confianza, el elemento indispensable para que se desarrolle el talento.
Esto es fundamental, por ejemplo, a la hora de pensar una propuesta para un proyecto. Los brainstormings que se llevan a cabo en estos casos muchas veces no son reales. Se reducen a que el jefe propone y sus colaboradores ratifican. Y todos contentos.
El líder con autoridad la consigue gracias a sus cualidades personales y profesionales, que veremos después, y no ve inconveniente alguno en aceptar la valía de sus colaboradores y en fomentarla en beneficio del equipo y del resultado final.
Deja que sus colaboradores aporten, y sabe que no va a perder su autoridad por ello. Al contrario.
El líder-coach
Todavía se puede ir más allá en el liderazgo para arquitectos.
El líder-coach es aquél que consigue generar contextos creativos, entornos favorables, en los que las personas pueden retarse a sí mismas y lograr resultados a la vez que vencen sus miedos o limitaciones.
No tiene por qué decir cómo se hacen las cosas con detalle, más bien facilita que los miembros de su equipo investiguen y puedan crear. Así, muchas veces las personas descubren las cosas por sí mismas en busca del objetivo.
El líder-coach genera entornos favorables en los que las personas pueden retarse a sí mismas Share on X- En este caso, la primera labor del líder es la de evocar una visión que pueda compartir el equipo y sea acorde con los valores de la organización o el grupo. Esa visión será la fuente de motivación principal para trabajar, el punto final del camino, lo que el grupo quiere llegar a ser.
- También fijará los objetivos y la estrategia general para alcanzarlos. Dentro de esa visión, esos objetivos, la estrategia y un marco de reglas definido, los colaboradores podrán llevar a cabo acciones más concretas (táctica) para alcanzar el resultado deseado.
- En estas situaciones, es fundamental dar confianza al equipo, valorar todas las aportaciones y, sobre todo, dar feedback correctamente.
- El proceso de trabajo con un líder-coach se centra tanto en los resultados como en el proceso en sí mismo.
Es importante señalar que, además de alcanzar los resultados deseados del equipo, la labor del líder permite una transformación personal de sus miembros, que crecen, vencen miedos, adquieren confianza y aprenden. Es una estrategia win-win. Todos ganan.
Adaptación a cada situación
El liderazgo para arquitectos se puede ir modulando según lo que requiera cada situación, aunque es bueno mantener una línea general constante para no generar desconcierto.
Sí que habrá ocasiones en las que el líder necesite ser un poco más intervencionista. Por ejemplo en equipos de muy reciente creación sin procedimientos definidos o cuando los miembros no tienen ninguna experiencia (fase de forming).
En esos casos, habrá que tutorizar un poco más los pasos de los colaboradores, pero siempre manteniendo los principios de respeto citados, y el líder-coach será más bien un líder-mentor.
De cualquier modo, la evolución natural y sana del equipo llevará a que el líder se aparte de las acciones de la vida diaria, de modo que el funcionamiento cotidiano será eficaz sin su presencia. El equipo podrá funcionar solo. Para el líder quedarán las grandes decisiones, la orientación en momentos determinados y la representación del equipo (fase de equipo de alto rendimiento).
Me apunto hablar sobre las fases de vida de un equipo de trabajo, ya que en cada una de esas fases las necesidades varían ligeramente.
Rasgos imprescindibles del liderazgo para arquitectos
Todo lo que hemos explicado anteriormente tiene mucho que ver con la gestión de personas, que normalmente tenemos muy olvidada, pero que en los contextos actuales marca una diferencia enorme y genera ventajas competitivas.
Puedes leer más en mi post sobre gestionar personas en el estudio de arquitectura.
Y ahora sí, teniendo claro el marco de actuación y conociendo de manera general los estilos de liderazgo, vamos a ver 10 rasgos importantes del arquitecto como líder de equipos que le permitirán ejercer ese liderazgo para arquitectos del mejor modo posible.
1 Para llevar las riendas de un equipo, necesitas llevar las riendas de tu vida
Esto es así.
La posición de un líder arquitecto beneficioso para un equipo debe partir del autoliderazgo, y éste parte a su vez del autoconocimiento. El liderazgo para arquitectos es en gran parte liderazgo de uno mismo.
La posición del buen líder empieza con el autoliderazgo, y éste con el autoconocimiento #coaching #arquitectura Share on XDebes ser capaz de conocerte lo mejor posible. Sólo mirando cara a cara a tus limitaciones, virtudes, funcionamiento mental, etc., serás capaz de relacionarte de manera empática con los demás, darles espacio y autonomía cuando sea necesario y dedicarte a lo realmente importante.
Si no conduces tu vida con conciencia y humildad, no podrás conducir nada más.
2 Define y sé fiel a tus valores
Los valores del líder se filtran al equipo.
La cultura de una organización, los valores, misión, visión, deben ser compatibles con los del líder, y a su vez los miembros del equipo deben ser capaces de apreciarlos en el día a día de su comportamiento.
Los seres humanos en colaboración siguen con responsabilidad más fácilmente a aquéllos con quieres comparten valores.
Esos valores dan fuerza cuando las cosas se ponen mal y además marcan el camino para actuar cada día, sin desviarse o coger atajos erróneos.
Idealmente, los miembros del equipo compartirán esos valores y disfrutarán de ellos, viviendo la cultura de la organización.
Que lo vean, que se note. El buen líder da ejemplo. Difícilmente podrás pedir a alguien de tu equipo que haga algo que tú no querrías hacer.
El buen liderazgo para arquitectos implica transmitir una visión, unos valores, una concepción de la arquitectura.
3 Delega
Como habrás escuchado en muchos sitios, se trata de “hacer hacer”.
No puedes estar encima de todo porque te conviertes en un cuello de botella. En la medida que delegues, tu equipo se volverá más potente. Tendrás más ancho de banda para alcanzar el éxito.
El buen líder delega. Consigue más ancho de banda y un equipo más motivado #coaching #arquitectura Share on XAdemás, delegar y dar autonomía a las personas supone una inyección de motivación y les permite progresar en su carrera.
Ya hablamos de maneras correctas de delegar, y también de los beneficios que eso tiene para el buen ambiente y la motivación en el estudio.
Practícalo.
Y por supuesto, mantén también tu propia motivación. Si tú no te motivas, tu equipo no lo logrará.
Delegar es uno de los aspectos que más nos cuesta en cuanto a liderazgo para arquitectos, ya que tenemos esa mentalidad de encargarnos de todo.
4 Da espacio a los demás
¿Qué pasa si estás rodeado de gente que sabe más que tú? Que te ha tocado el Gordo.
No tengas miedo a dejar que las personas de tu equipo desarrollen su talento, eso beneficiará a la organización y a ti mismo. Aprenderás de ellos y te resultará más fácil alcanzar tus objetivos.
Ojo con el ego. Dar espacio para que los demás desarrollen su talento no es una amenaza para ti, ni tampoco un descrédito. Al contrario.
El buen líder aprecia ese talento, lo alienta y lo aprovecha en beneficio del equipo. Detectar el talento y utilizarlo para las tareas más adecuadas es una de las partes más importantes del liderazgo para arquitectos.
Establecer espacios para el desarrollo individual y de la comunidad ayuda a fortalecer las relaciones, a generar oportunidades, a favorecer la interacción, llegar a acuerdos para resolver conflictos…
5 Saca lo mejor de cada persona
El talento de los miembros de tu equipo es tu mejor activo. Como hemos dicho, aprovéchalo.
Para ello, deberás identificarlo. No todo el mundo funciona igual, ni todo el mundo tiene las mismas condiciones. Ese mapa de talento de los miembros de tu equipo lo debes tener siempre en mente.
Debes saber a quién delegar qué, a quién implicar en qué procesos, quién es capaz de qué, quién necesita más supervisión y evaluación, asignar recursos, etc.
Se requiere empatía y gestión emocional para comprender las virtudes y las necesidades de cada miembro del equipo. Además, surgirán problemas en el día a día que habrá que resolver. Tu capacidad para ponerte en el lugar de los demás resultará clave.
Se requiere empatía y gestión emocional para aunar los talentos dentro de un equipo #coaching #arquitectura Share on XIntenta ver siempre todas las facetas de las situaciones, cómo las vive cada uno de los implicados y qué suponen para ellos. A veces te llevarás sorpresas y entenderás por qué se originan los problemas y cómo resolverlos.
Crea sinergias entre los talentos de los miembros del equipo. Es difícil cambiar a las personas, pero sí que puedes ponerlas a trabajar en lo que mejor se les da y en lo que se complementan.
La diversidad en los equipos es muy potente, siempre que se sepa gestionar y al final las diferencias sumen de un modo que el equipo sea superior a la suma de los miembros.
Las empresas exitosas tienen estructuras diversas, y eso no sólo algo que ponga en los libros de liderazgo. Es una realidad.
6 Dedícate a lo importante
Una de las consecuencias beneficiosas de delegar es que ello te permitirá liberar tiempo y energía para dedicarte a lo realmente importante. Un arquitecto líder de un equipo probablemente no podrá estar dibujando detalles constructivos.
Entre las funciones más importantes de un líder están marcar una estrategia clara, unos objetivos y una cultura organizacional concreta.
La planificación, encontrar soluciones a los cambios que se produzcan en el entorno, resolver situaciones de emergencia verdadera, aprender del funcionamiento del estudio, de su servicio y el mercado, generar nuevos productos y servicios…
Eso sí es trabajo de un líder, y si estás a otras cosas más detallistas no podrás hacerlo.
Además, todo eso debes comunicarlo adecuadamente con un mensaje potente y claro. Todo el mundo en tu equipo debe saber a qué atenerse, por qué se hacen las cosas de cierto modo, cuál es la estrategia y a dónde se quiere llegar, a corto, medio y largo plazo.
7 Toma decisiones
Un arquitecto líder toma decisiones a diario, algunas triviales y otras con gran repercusión.
Desde pensar en cursos para sus colaboradores, hasta decidir sobre implantar un software BIM, pasando por definir la calidad del trabajo o el uso de la tecnología.
No te paralices. Está bien que recojas información para decidir y que escuches consejo de quien sabe, pero hasta unos límites lógicos. Si te colapsas y eres incapaz de decidir, las consecuencias serán nefastas. Supongo que has oído hablar de la parálisis por el análisis.
A veces da miedo tomar decisiones, pero debes tener claro que el coste de quedarse inmóvil suele ser mayor que el de tomar decisiones mejorables o incluso equivocarse.
A veces da miedo tomar decisiones, pero el coste de quedarte inmóvil es aún mayor #coaching #arquitectura Share on XEn la práctica profesional no suele haber tiempo para grandes análisis. En edificación las cosas se mueven aquí y ahora. Sin caer en la precipitación, desde luego, pero el ritmo es alto.
8 Cuida tu efectividad personal
Hemos hablado varias veces de efectividad personal.
Como líder es fundamental que la cuides. Vas a tener muchas cosas que hacer, muchos compromisos a los que atender y vas a necesitar tiempo para pensar y crear.
La suma de tus compromisos va a exceder el tiempo disponible para llevarlos a cabo, así que deberás discriminar correctamente cuáles ejecutas (los que más te acerquen a tus objetivos) y cuáles no.
Ser capaz de atender a los compromisos y hacerlo en las mejores circunstancias posibles te va a generar muchos beneficios, y además se va a contagiar al resto de la comunidad.
Tus áreas de responsabilidad deben estar equilibradas para que tu desempeño como líder tenga una forma equilibrada.
9 Obtén feedback útil. El arquitecto líder acepta la crítica
¿Has oído hablar de la enfermedad del CEO?
Las personas que están en posición de liderazgo encuentran difícil obtener información de los demás niveles sobre su propio desempeño. A veces hay miedo por criticar al jefe, a veces es difícil decirle a alguien lo que hace mal…
Que no te ocurra. La información sobre tu desempeño que te dan los que te rodean es valiosísima. Te ayuda a mejorar y corregir errores. Si esa información no llega, puedes estar cometiéndolos una y otra vez sin darte cuenta.
Mantente accesible a la crítica constructiva. Haz saber a los demás que la aprecias y que la alientas, y muestra que el feedback que recibes sirve para algo. Habilita un sitio para obtenerlo, formal, informal, detallado, casual, como sea.
Además de ayudarte a mejorar, motivará a los miembros de tu equipo y tendrán la sensación de que una persona responsable consigo misma y con el proyecto está al frente.
Y ya que vas a obtener feedback, aprende a asumirlo. Aprende a distinguir lo importante de lo anecdótico y a tener autocrítica.
10 Comunica bien
El liderazgo para arquitectos implica capacidades de comunicación, tanto hacia fuera de la organización como hacia dentro. Es importante apasionar y convencer con lo que hacemos, y nos pasamos el día tratando de conseguirlo.
Esto es complicado, porque a los arquitectos no se nos enseña en nuestra formación.
Somos maestros en decir cosas a través del dibujo, por ejemplo, pero la mayoría de las personas no funcionan así. Necesitan que comuniquemos de otras maneras.
Gran parte del éxito de un equipo está en la comunicación interna, empezando por la del líder. Sobre todo, es fundamental comunicar del mejor modo posible la visión, la estrategia, los objetivos…
Conociendo a los miembros del equipo (conociéndolos de verdad) podrás saber de qué modo les llegará el mensaje. Podrás determinar su contenido y forma, así como el canal.
No olvides que también te tocará comunicar “hacia fuera”, es decir, más allá de tu equipo.
Desarrollar tus habilidades de comunicación te resultará muy útil en cualquier ámbito de tu vida.
El liderazgo para arquitectos se puede entrenar día a día
Espero que este post te haya hecho pensar sobre cómo puedes ser un mejor líder. Vale la pena cuidar este aspecto.
Se nota mucho en los resultados de cualquier equipo de trabajo, y en arquitectura siempre trabajamos en equipo.
La productividad y creatividad se verán impulsadas.
Todo esto se puede entrenar en el día a día, solamente tienes que proponértelo. No conozco cursos de arquitectura y liderazgo o liderazgo para arquitectos, pero puedes repasar de vez en cuando los 10 ítems de la lista y evaluar cómo los estás desarrollando.
Pregunta a tus colaboradores y aliéntales para que te den opiniones sinceras sobre tu desempeño.
Eso sí, ten capacidad de autocrítica y luego no se lo reproches. 🙂
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¿Y tú qué clase de líder eres? ¿Cómo es tu superior? ¿Tienes un jefe-jefe o un líder-coach? ¿Crees que estamos avanzando algo en cuanto a liderazgo para arquitectos?
Sería fantástico que me dejases un comentario para poder conocer tu experiencia.
Gracias por leerme. ¡Que tengas un buen día!
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Hola Joan.
Gracias por este post. Muy interesante e ilustrativo. Va a ser super fácil saber que tipo de jefes tenemos o somos!
Es muy probable que muchos de nosotros (Latinoamericanos o Españoles) crecimos observado modelos de liderazgo del tipo jefe-jefe.
En este sentido, el desarrollo de los líderes, o la aparición de estos, es una cuestión cultural también y muy arraigada al contexto social de los países.
Me gusta cuando plateas que el feddback debe estar orientado al hacer y no al ser. Y respecto al hacer y a propósito de que observas que en España aun están muy atados al “paradigma autoritario convencional”, deja contarte algo:
Hace 3 años que vivo en Canadá y he observado, también lo veo en países como Alemania y EEUU es que los jefes suelen ser (independiente si son buenos líderes o no) muy buenos técnicos, es decir que conocen muy bien “el hacer”.
Y me atrevo a decir que eso se debe, de algún modo, a que la formación es concebida así. El otros países y culturas, el jefe suele ser alguien que “estudio para ser jefe” pero que conoce muy poco “la ruta del hacer” de su especialidad. Es un jefe teórico por decirlo así…
Respecto al liderazgo, me alegra muchos estos tiempos que estamos viviendo. Y el escenario que la era de la información el conocimiento nos brinda.
Soy muy cercano al enfoque que planteas del “líder coach/mentor” y creo poco a poco irán apareciendo más de líderes de ese tipo, en cualquier lugar y a cualquier escala.
En unos de sus libros (éxito, me parece) Robin Sharma plantea la idea de que un líder debe fomentar en su equipo de trabajo, lo que el llama el “liderar sin cargo”. Es decir que cualquier persona del equipo debe ser un líder independiente del cargo que desempeñe.
Una idea muy afín a lo que nos invitas en este Post.
Te mano un saludos y gracias por compartir este post!!!
Igma.
¡Hola, Igma!
Muchas gracias por leerme y por comentar.
Es interesante todo lo que planteas, especialmente lo referido al “líder sin cargo”. Muchas veces ocurre que el líder del equipo no es aquél que orgánicamente tiene el cargo más elevado. Vendría a ser el líder informal que menciono en el artículo.
Y voy más allá. A veces puedes encontrar en un equipo que existen diferentes líderes en diferentes situaciones y ámbitos. A la hora de trabajar juntos, a la hora de relacionarse con elementos externos…
Muchas veces estos roles son asumidos pero no explícitos, son más bien subconscientes, y en las sesiones de coaching de equipos resulta especialmente interesante sacar esto a la luz, puesto que suele ser muy potenciador para el equipo.
Iremos profundizando.
¡Nos leemos! ¡Un saludo!
Hola Joan.
Me ha encantado el artículo. Sobre todo la idea del líder-coach. Siempre pienso que el secreto para todo en la vida es “tratar a los demás como te gustaría que nos trataran a nosotros mismos”… desde esa premisa se eliminarían los “jefes déspotas” y poco empáticos… Me gusta la idea de colaborar y acompañar, y por supuesto guiar, que también puede terner que ver con el servir y ayudar… aunque en función de la organización de la que tratemos esa figura tenga que modelarse o reajustarse.
Te mando un abrazo desde mi retiro veraniego 🙂
Paula
¡Hola, Paula!
Gracias por leerme y por tu aportación.
Efectivamente, a veces carecemos de cultura colaborativa. El gen competitivo tan de Hollywood y tan occidental que se nos impone lleva a sinsentidos como el de los jefes que compiten con sus colaboradores.
Creo que las organizaciones que lo enfoquen de otra manera saldrán ganando. A ver si poco a poco, entre todos, cambiamos la mentalidad general.
Descansa y disfruta mucho en tu retiro.
¡Un abrazo!
Excelente, y gracias, me permite ordenarme y adecuar mis acciones
¡Gracias a ti, Freddy!