La categoría DESARROLLO PERSONAL DEL ARQUITECTO del blog se ocupa de todos esos aspectos que te van a permitir mejorar, llevar la vida que quieres y cumplir tu visión con arreglo a tus valores.
Podría haberse llamado desarrollo profesional, puesto que lo privado y lo profesional tienen muchos puntos en común. Son dos caras de la misma moneda.
Tú eres tú, y tu funcionamiento mental, tus hábitos, tus emociones, pensamientos…, se manifiestan en todo lo que haces, ya estés trabajando o cuidando de tus hijos.
Así pues, el desarrollo lo abarca todo, lo llames como lo llames.
Al final de esta página tienes un listado de todos los posts de la categoría ordenados por temáticas.
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Antes te explico en este texto de manera resumida en qué consiste cada una de esas temáticas y como te puede ayudar a progresar con un plan de acción basado en herramientas sencillas.
Ah, y recuerda que tienes más recursos para arquitectos.
1 Productividad y efectividad de los arquitectos
Los arquitectos nos vanagloriamos de nuestra capacidad de trabajo y de llegar a todo.
Es real. Estamos forjados en los fuegos de la Escuela con mil entregas, plazos imposibles, cargas de trabajo brutales y heroicidades.
La efectividad no va de esto. Va de hacer más con menos, de no poner en riesgo tu salud ni otras parcelas de tu existencia, de poder vivir con menos estrés y aun así tener un gran desempeño profesional.
Eso se consigue teniendo claros algunos principios fundamentales de la efectividad de las personas y estableciendo un sistema.
Por ejemplo, para evitar perder tu existencia en las redes sociales y la tecnología o pasar tanto tiempo gestionando el correo electrónico (o la web).
1.1 Principios fundamentales de la efectividad de los arquitectos
Por el tipo de actividad que llevamos a cabo, el trabajo siempre excede de nuestra capacidad para hacerlo. Tenemos el tiempo y la energía que tenemos.
El tiempo no podemos estirarlo, es constante. La energía puede variar un poco de persona a persona, pero es la que es. La clave está en la capacidad para utilizar esa energía de la mejor manera posible. En cómo gestionas la atención.
Poder dedicarte a lo que debes dedicarte sin ninguna distracción externa ni interna marca una diferencia. Podemos llamar a esto eficiencia, es decir, trabajar bien.
Por otro lado, ya que siempre vamos a tener más tareas de las que podemos realizar nos conviene elegir muy bien cuáles ejecutamos y cuáles no. A esto lo llamamos eficacia, y consiste en hacer lo que toca. Lo que toca es lo que te va a acercar más a tus objetivos.
Un ejemplo de eficacia es eliminar el exceso de perfeccionismo, tan habitual en los arquitectos.
Ah, y ten claro que cuando te dedicas a algo dejas de dedicarte a otras cosas. Siempre existe un coste de oportunidad.
Al compendio equilibrado de eficiencia y eficacia lo llamamos efectividad.
Hay más principios fundamentales: trabajar según el contexto, vaciar tu mente para concentrarte en lo que interesa, reducir el estrés confiando en tu sistema…
1.2 GTD
Puedes leer mucho más sobre estos principios en mi serie de artículos sobre la efectividad personal del arquitecto, basados en el sistema GTD.
En ellos te cuento mi experiencia y te oriento sobre formación e información al respecto.
Aunque no utilices este sistema (yo sí te lo aconsejo), sus principios son muy válidos.
Si te lanzas a probar GTD, te advierto de que cuesta llegar a dominarlo a un nivel razonable, aunque luego las recompensas son enormes. Se trata de una metodología fruto de experiencias, estudios, neurociencia, y campos diversos.
Yo soy GTDista desde 2011 hasta ahora en 2018, y te aseguro que el sistema me acompañará siempre, al menos hasta que alguien invente algo mejor.
La diferencia que ha supuesto en mí, sobre todo desde el punto de vista de reducción del estrés, es enorme. Y más cosas que puedes leer en los posts.
Además, es un sistema de efectividad que suele atraer a los arquitectos, no me preguntes por qué. 🙂
2 Inteligencia emocional para arquitectos
A estas alturas, en 2018, discutir el valor de la inteligencia emocional en la vida de las personas no tiene demasiado sentido, sea cual sea el ámbito que escojamos.
Si nos fijamos en los profesionales que alcanzan el éxito en las empresas, en los puestos directivos, profesionales de alta significación o en los emprendedores que consiguen sus objetivos, veremos que no siempre destacan por sus conocimientos o sus competencias técnicas.
Hay otros aspectos o habilidades que determinan de manera mucho más directa la capacidad a partir de cierto nivel, y la inteligencia emocional es uno de los más importantes. Más allá de la experiencia.
En este post te conté por qué es importante la gestión emocional para un arquitecto.
Tener un buen nivel de inteligencia emocional te va a servir para muchas cosas.
Por ejemplo, para trabajar con alguien a quien no soportas.
O para solucionar un dilema de identidad al progresar en la empresa.
Sea cual sea la faceta de la vida que contemples, esto es efectivo. Es una parte muy importante del desarrollo personal del arquitecto. Imprescindible para el liderazgo y para gestionar recursos humanos.
La inteligencia emocional se puede desarrollar mediante aprendizaje, no hay que estar especialmente dotado, estudiando por ejemplo la dinámica del pensamiento y actuación y más.
3 Gestión del estrés de los arquitectos
La profesión de arquitecto es un generador de estrés constante, un caldo de cultivo para problemas físicos y mentales
Nos entrenan en la Escuela para dejarnos la piel en cada proyecto, para cumplir hasta el último segundo y para entregar lo imposible en plazos imposibles. El estudiante es un ser atormentado. Existen algunos estudios sobre los sentimientos del alumnado de la carrera.
Traemos muchos hábitos ya desde la Universidad que no son precisamente saludables para nosotros como resultado del proceso formativo de un estudiante de arquitectura que no tiene en cuenta el desarrollo del estudiante. Fuera de todas las tendencias pedagógicas en educación.
Además de eso, enfocar los conflictos que se producen en nuestro trabajo también es complejo, y nadie nos enseña a hacerlo. Por ejemplo, con clientes.
En lo nuestro participan muchos agentes, hay grandes intereses económicos y de todo tipo, responsabilidad social, y eso genera situaciones complicadas. La implicación social de la arquitectura es grande.
Sumando pequeñas cargas de nuestra actividad cotidiana, de pronto en pocos años un día te das cuenta de que no puedes más. O llega la enfermedad. O simplemente, no estás feliz. Es un aviso de que has caído en el síndrome del arquitecto hervido.
Lo puedes leer en mi post sobre estrés en la arquitectura.
Como parte necesaria del desarrollo personal del arquitecto incluyo sin ninguna duda las herramientas para la gestión del estrés.
4 Creatividad del arquitecto
La nuestra es una profesión necesariamente creativa. Creamos cosas de la nada, ahí está gran parte de nuestro talento y uno de nuestros grandes valores.
Además es una actividad en la que se presentan problemas y necesidades todos los días, y para solucionarlos necesitamos generar alternativas, ideas, echarle imaginación. También conseguir una buena comunicación de esas ideas.
Fomentar la creatividad también es una buena medida en cuanto a desarrollo personal del arquitecto.
No sólo de creatividad viven las formas humanas, y es necesario saber inscribir esa capacidad creativa en otro tipo funcionamientos mentales también útiles para la profesión, que es muy exigente.
Lo es porque no sólo podemos limitarnos a ser genios locos generadores de ideas, también debemos controlar muchos procesos con gran fiabilidad, estar orientados a objetivos (especialmente los del cliente) y relacionarnos con muchas personas con empatía.
Puedes leer sobre en mi post sobre cómo piensa un arquitecto, en el cual te hablo de los cuatro cerebros que tenemos y te doy 10 trucos para aumentar tu creatividad.
La creatividad está de moda, justificadamente. Es lo que nos queda a los humanos en una sociedad cada vez más tecnificada y cada vez más necesitada de innovación.
Cuídala. Ten un plan.
5 Mejoras para el día a día de los arquitectos
Y también he escrito sobre otros temas de desarrollo personal del arquitecto que te van a ser útiles para mejorar tu práctica profesional y llevar mejor tu carrera.
- Por ejemplo, sobre detectar y eliminar tus creencias limitantes. Esos juicios que tienes interiorizados, casi siempre sesgados, y que te impiden avanzar.
- Tal vez lo que te cueste es afrontar el cambio, como a muchas otras personas. También te he dado algunas claves para hacerlo.
- En este otro post tienes una guía para enfrentarte a la vida del arquitecto autónomo. Con la ayuda de Bruce Lee, nada menos. Puedes con ello.
- También te he hablado de cómo mejorar la concentración, utilizando para ello los calcetines de Magnus Carlsen.
- Te he dado ideas para cambiar de hábitos o consejos para dejar de procrastinar. Ambos aspectos tienen un gran impacto en nuestras vidas.
- Y aquí tienes un método casero pero efectivo para conseguir un buen nivel de inglés para arquitectos.
- O una recopilación de los 50 libros de arquitectura que todo arquitecto debería leer, y que te ayudarán en tu desarrollo personal y profesional.
Y por último, una muy importante: tu actitud. Siempre lo digo,
tu actitud es tu quinta fachada
Por eso me lié la manta a la cabeza y escribí sobre el victimismo en la arquitectura. Fue arriesgado hacerlo, pero es real como la vida misma.
Desarrollo personal del arquitecto
Te dejo a continuación todos los posts de la categoría DESARROLLO PERSONAL DEL ARQUITECTO agrupados por temáticas.
Hay algunos más de los que he enlazado arriba, échales un ojo.
Tienes en este blog más recursos de arquitectura.
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